El Bolígrafo de Gel Verde, de Eloy Moreno

Un día descubrí al historia de Eloy Moreno, un tío que había escrito una novela, más tarde se la autoeditó y después se dedicó a recorrer li...

Un día descubrí al historia de Eloy Moreno, un tío que había escrito una novela, más tarde se la autoeditó y después se dedicó a recorrer librerías con dos maletas acuestas para promocionar en persona su propia creación, hasta que un día consiguió colocarla en la Casa del Libro de Valencia donde la novela se convirtió en un fenómeno llegando a los oídos de una gran distribuidora que decidió distribuirla a nivel nacional... tan solo por ello El Bolígrafo de Gel Verde merecía para mí ser leído.


El Bolígrafo de Gel Verde habla de la vida, del trabajo, de las relaciones, del amor pero sobre todo de la rutina. Una rutina que consigue terminar con nuestras ilusiones, expectativas o relaciones, que nos arrastra a una horrible monotonía y que, como el fumar, nos quitará años de vida. Pero ¿qué pasaría si un hombre se enfrentase al sistema? Pues esto es lo que nos cuenta, al fin y al cabo, El Bolígrafo de Gel Verde de Eloy Moreno.

El Bolígrafo de Gel Verde está escrito en primera persona pero no sabemos ni el nombre, ni la edad, ni de que trabaja aunque no lo necesitamos para saber en la situación de incomunicación en la que está sumido nuestro protagonista. Conocemos los miedos de un hombre actual, sus (des)ilusiones, sus pasiones o la falta de las mismas, conocemos a nuestro protagonista sin saber nada de él. Una historia actual sin más.

Entonces ¿por qué está triunfando tanto El Bolígrafo de Gel Verde? Por que es posible sentirse reconocido en más de un pasaje del libro, es una historia cercana, es una historia, como ya hemos dicho, actual y real.

Es cierto que El Bolígrafo de Gel Verde comienza bien, muy bien, se convierte en una novela adictiva por la opresión que nos presenta el protagonista pero llega un momento, con la huida quizás, que la novela cae... sí, pierde interés quizás demasiada filosofía o demasiados sentimientos desbocados pero en ese momento es cuando el personaje principal que puedes ser tú o yo o el vecino de enfrente deja de ser eso: cercano, y se convierte en un personaje de novela.

Termina de manera esperanzadora y es que el camino de nuestro protagonista podría ser su propio Camino de Santiago, un camino donde se busca salir renacido dejando atrás los malos hábitos o los peores pensamientos. El Bolígrafo de Gel Verde no pasará a la historia de la literatura pero es una novela que duele, que ilusiona, que puede ir de más a menos pero que no decepciona y que sobre todo: nos anima a ser mejores.

Aquí os puede interesar

2 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?