Fringe, 4ª temporada

Ha llegado uno de los momentos más deseados de este verano: acuchillar la cuarta temporada de Fringe  y es que a J.J. Abrams y a su equipo ...

Ha llegado uno de los momentos más deseados de este verano: acuchillar la cuarta temporada de Fringe
 y es que a J.J. Abrams y a su equipo de junta-palabras se les ha ido la cabeza (y mucho) o bien han pensado que los espectadores somos unos seres estúpidos que nos tragamos cualquier cosa que nos echen.

Recuerdo que la primera vez que me senté ante Fringe  pensé que podría llegar a ser la sucesora de Expediente X, poco a poco se fue dulcificando, tomando más peso las historias de amor que llegaron a su eclosión en la tercera temporada... comenzaba una cuarta donde era el momento de tomar una dirección diferente. Pero J.J. Abrams ha decidido engañarnos.


Comenzamos desnortados sin Peter, con casos aburridos, persiguiendo a multiformas que al final no han tenido ningún valor, ni peso, ni nada de nada; sí, los primeros capítulos han sido una basurilla a la espera que Peter Jackson apareciese de nuevo en escena y cuando aparece... a eso iremos después. Pasamos el primer tramo de la temporada con una Fringe a la baja en caída libre.

Pero no solo no se explica el por qué de los multiformas, si no ¿por qué es universo paralelo se regenera gracias al puente? ¿con qué lógica aparece Peter? Que sí, que lo explican pero la explicación no se la cree ni el que la ha puesto. ¿David Robert Jones para ser genio nazi a pelele de su jefe? ¡¡¡Por favor!!! Los espectadores merecemos un respeto.

Pero he ahí que aparece Peter y todo cambia, pero no viene solo: aparece con Los Observadores que ahora va y ya no solo observan ¿cómo lo explicaría? ¿Os acordais al Observador del Nou Camp que tan solo observaba como Mourinho metía el dedo en el ojo de Tito Vilanova? Allí, quieto y como dice su propio nombre observando... pues en esta temporada imaginad que Francesc Satorra (así se llama el Observador del Nou Camp) en mitad de una jugada salta al campo roba un balón y mete gol en la portería contraría... pues bien, esto es lo que sucede en esta temporada: los Observadores pasan de observar a actuar.

Pero aparece el episodio 19, "Letters of Transit", donde toda la serie deja de tener sentido para precipitarnos a un futuro creado para crear falsas salidas a la cagada del equipo de guionistas. Sí, es un gran episodio, quizás el mejor de la temporada, pero es una burda salida para una terrible temporada. Y así abalanzarnos (y precipitarnos) hacía la quinta y última temporada de la serie.


Lo único que merece respeto de esta temporada es John Nobel y él no sus múltiples personajes a los que por lo menos dota de vida y de detalles diferenciadores entre ellos. De verdad es un gran actor que merece todo el respeto posible.

De todas formas el momento de la temporada es cuando Olivia toma el teléfono y llama al otro universo a BOlivia: ¿Cuanto cuesta una llamada inter-universos? ¿Por qué no se comunicaban así los malos y lo hacían a través de una una antigua máquina de escribir? Abrams no has estado a la altura.

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