50 Sombras más Oscuras, de E.L. James

De vuelta a la isla le comento a mi compañera de piso que ya he terminado el segundo tomo de la trilogía de Grey ( 50 Sombras más Oscura...


De vuelta a la isla le comento a mi compañera de piso que ya he terminado el segundo tomo de la trilogía de Grey (50 Sombras más Oscuras). Su novio me mira entre sorprendido e indignado pero no, para poder criticar algo primero hemos de conocerlo y en ello estamos.

Tras el primer tomo (50 Sombras de Grey) proseguimos con la historia de amor y de calentón entre el psicótico Grey y su joven aprendiz. Si en la anterior entrega E.L. James intentaba atrapar al lector mediante la vida sexual del millonario en esta segunda entrega lo intentará mediante el pasado del mismo pero tranquilos que en ningún momento descuida la vida sexual de nuestros protagonistas. ¿El mejor por lo tanto como libro que el manido 50 Sombras de Grey? Pues no, puede que incluso peor, básicamente porque todo, absolutamente todos los problemas, terminan con la misma solución: el pene de Grey dentro de Anastasia. ¿Qué Grey tiene celos? Tomo polvo ¿Qué Anastasia está insegura? Toma polvo ¿Qué una psicópata intenta asesinarte? Pues polvo que te crió ¿Qué...? Pues polvo ¡parecen Los Indianos de La Palma! Y así avanza el libro, con dudas resueltas a base de polvos, con problemas resueltos a base de polvos y es que a Ana nunca le duele la cabeza y es que Christian no sabe lo que es un gatillazo.

Y tras estos dos libros me ha asaltado una extraña sensación que la mitad de las páginas sobran, es decir, son páginas de relleno en las que no sucede nada: ni avanza la historia (véase la relación entre Grey y Ana), no conocemos más a los personajes (sobre todo el pasado de Grey), no se suma en las historia de nuestros secundarios (Kate, José, Ethan, Elliot... no suman, ni restan, no... apenas existen) e incluso no tenemos encuentros fogosos! Vamos, que son absurdas y cansinas!

Personalmente entiendo que una trilogía tiene que avanzar volumen a volumen. Al terminar el primero quedaba la puerta abierta hacia el segundo pero el problema es que en este segundo eso no sucede, aquí llegamos a un final lógico pero en el que se intenta (a priori) cambiar la trama hacia ¿una novela de intriga?  ¿un thriller literario? Pues no me queda claro y no tengo demasiado claro si llegaré a descubrirlo y es que 50 Sombras Liberadas se me antoja muy lejano... ¿lo leeré? Pues supongo que al final síno por interés si no para completar la trilogía.

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