Explicado a grandes rasgos sobre que basa el libro es el momento de hablar de la portada del mismo. Josef Ajram, un "personaje" que no deja indiferente a nadie: denostado por unos, admirado por otros; un hombre que ha hecho de sí mismo su propia marca. Marca que vende el libro, marca que consigue que te veas sus conferencias, marca que ha añadido una pulsera nueva a mi muñeca derecha.

Los que me conocéis sabéis que siempre he sido (y sigo siendo) muy reacio a los "nuevo profetas", esas personas que te dicen como has de vivir tu vida para que seas mejor... por lo tanto siempre miré con desconfianza a Ajram (tal y como os conté en la reseña de "¿Dónde está el Límite?") pero tras leer su libro y escuchar entrevistas la filosofía que Josef Ajram promueve, el archiconocido Where is the Limit?, y mi manera de afrontar la vida no distaban demasiado, salvando las evidentes e inevitables distancias. Por ello tras regalar estas navidades "No sé dónde está el Límite pero sí sé dónde no está" lo pedí prestado. 

A diferencia del ya mencionado "¿Dónde está el Límite?" este "No sé dónde está el Límite pero sí sé dónde no está" es mucho más cercano. Me quejaba que en el primero Josef compartía su filosofía de vida desde la lejanía al estilo "esto es lo soy y lo que tengo, lo tomas o lo dejas" pero debo decir que en esta segunda entrega (por denominarla de alguna manera) Josef se abre al lector, nos cuenta sus miedos, sus preocupaciones y lo que es más importante: sus errores. Así Josef abandona el papel de dios de una nueva religión para mostrarse una persona normal, una persona que cae pero que se levanta, que lucha por lo que quiere, una persona apasionada. 

Los seguidores de Josef probablemente no encontréis nada nuevo en este "No sé dónde está el Límite pero sí sé dónde no está" pero seguro que los dos test finales (Josef, en 100 respuestas y Soy Jodidamente Feliz, con Perdón) harán vuestras delicias. El resto es más o menos conocido aunque cierto es que las aportaciones de Sulaika Fernández (pareja de Josef) y Carles Tur (preparador personal de Josef) son interesantes y nos ayudan a conocer a la persona en el caso de Sulaika Fernández y al deportista en el de Carlos Tur desde una perspectiva diferente y por lo tanto más enriquecedora.