El exceso de tiempo libre, por que sí, me gustaría tener bastante menos, lo he invertido en por ejemplo verme la primera temporada de Treme una serie que nos habla de Nueva Orleans tras el paso del devastador huracán Katrina. Un ciudad sin ley donde un grupo de personas lucha por quedarse, volver, reconstruir e incluso vivir.

Es indudable que la banda sonora de Treme es increíble y es que posiblemente la música sea el hilo conductor de la serie (aunque no todos los personajes tengan que ver ni directa ni indirectamente con ella) pero ¿pesa tanto la buena banda sonora para convertirla en algo más que una serie sobre personas normales en una ciudad devastada? Pues esa es la gran pregunta que me hago, una pregunta a la que no he llegado a responder por que en el fondo creo que lo mejor de Treme está por llegar pero ¿llegaré yo a descubrir ese mejor momento? Pues no lo sé, aunque sí, mientras escribía esta reseña decidí darme un poco de tiempo y espacio con la segunda temporada de la serie quizás llegue un momento en que de nuevo me apetezca escuchar trompetas y trombones, un momento en el que quiera ver como una ciudad se levanta de sus propias cenizas para renacer... pero eso será en otro momento por ahora Treme se queda en la estantería.