MasterChef (España)

Reconozco que llegué a MasterChef con el talent-show, así se hace llamar, comenzado (creo que ya iban por la séptima semana de las doce qu...

Reconozco que llegué a MasterChef con el talent-show, así se hace llamar, comenzado (creo que ya iban por la séptima semana de las doce que han compuesto este primer MasterChef España) tras la recomendación de Mariela... en ese momento me debatí entre comenzar a la altura real del concurso o bien ponerme al día comenzando desde el primer programa, opté, como podréis imaginar por la segunda.


Se podría decir que MasterChef es Operación Triunfo de los fogones, un lugar donde cocineros-de-su-casa son elegidos para ser pulidos y convertidos en un gran chef por que sí, en MasterChef los concursantes no son profesionales de la cocina, tendremos camareros, guardias forestales, amas de casa, estudiantes de publicidad, soldadores... pero nadie que se haya puesto la chaquetilla de chef antes. Está claro que desde el efecto Chicote los programas sobre cocina han encontrado un hueco en las parrillas de la televisión nacional y que TVE, siempre a rebufo, no se iba a quedar con las ganas de estrenar su propio programa sobre cocina pero a diferencia de su estilo habitual: esta vez ha acertado.

¿Por qué me ha gustado MasterChef? Pues primero porque me gusta comer, comer y cocinar, MasterChef no nos ha vendido "que buenos cocineros somos" si no el "leches, para hacerlo bien hace falta tiempo, suerte y repetir, repetir y repetir" por que sí: MasterChef muestra que debemos trabajar para lograr el objetivo marcado, que esto no es una peli americana donde el pavo pasa del supermercado a la mesa del comedor con un solo golpe de horno; no, aquí hay que deshuesar, limpiar, cocinar, emplatar y con un poco de suerte no cortarse en el proceso.

Pero ¿puede gustarte MasterChef si no te gusta la cocina? Pues posiblemente también, siempre existe un concursante al que querer o con el cual empatizar desde el jovencito Fabián hasta el listillo de Cerezo pasando por el bonachón de Juan Manuel... todos conocemos a alguien que es como uno de ellos. Son personajes frescos y cercanos, sin corsés ni tópicos. Además encontramos un jurado que comenzó siendo estirado y puede que un tanto soberbio pero que poco a poco se ha ido haciendo al medio y ha sabido tomar sus roles ¿quién de vosotras lectoras no quiere un Jordi en su casa? ¿a quién no le gustaría echarse unos pinchos (con sus correspondientes vinos) por ahí con Pepe? Sí, las gente que daba la cara ante la cámara en MasterChef, en su inmensa mayoría, se ha hecho querer.


Además en MasterChef no se han andando con tonterías: el premio final lo entrega Ferrán Adriá (¿alguien no conoce en este país a Adriá y su Efecto Bulli?), el primer invitado es Martín Berasategui pero no se quedan ahí: Subijana, Sergi Arola, Joan Roca, Quique Dacosta... ¡vamos que solo faltó Arguiñano! Y siempre, siempre ha habido comentarios del tipo "pues yo en mi restaurante lo hago así para que tenga más sabor...", vamos, que ahora puedo soñar con tener el estilo de un cocinero con Estrellas Michelín en mi propia cocina de barrio.

Que MasterChef engancha, está claro y que en MasterChef no gana el más guapo si no el que más curra y eso siempre está bien, dejando así un buen sabor de boca y ganas de más como afilando los cuchillos para la próxima temporada.

Aquí os puede interesar

0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?