El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street)

Es extraño que un operadora telefónica logre en un usuario una sonrisa y no un enfado y aun más raro cuando este operador no es el tuyo, ...


Es extraño que un operadora telefónica logre en un usuario una sonrisa y no un enfado y aun más raro cuando este operador no es el tuyo, es raro un sesión de cine matinal pero a veces suceden cosas raras como que Movistar te invite al cine un domingo por la mañana. Dentro del amplio abanico de proyecciones seleccionadas optamos por la sala donde proyectaban la última película de Martin Scorsese: El Lobo de Wall Street, una película que no ha dejado indiferente a nadie (lo cual no quiere decir que haya gustado a todo el mundo).

En El Lobo de Wall Street, quinta colaboración de Leonardo DiCaprio y Martin Scorsese, nos adentramos en la vida de Jordan Belfort y es que El Lobo de Wall Street se sustenta en las memorias autobiográficas del propio Belfort donde narra una vida de drogas, lujo, dinero y excesos a partes iguales. Y aquí surge mi primera duda: ¿son una memorias autobiográficas o son las fantasías sexuales del 90% de los hombres (y sí, también las tuyas aunque no las reconozcas)? Llamadme desconfiado pero no sé yo hasta que punto son de fiar las memorias de una persona que se ha creído el rey de mundo y que ha fracasado en su dominación del mundo, posiblemente, los grandes dictadores dibujen su propia realidad del mundo de una manera demasiado personal... ¿por qué un broker iba a ser diferente?

Dicho esto me gustaría centrarme en la película más allá de la biografía, el biopic o cualquier canallada de esas y acercarme a ella como una historia sin más. Sería cruel decirlo así pero El Lobo de Wall Street no es más que otra película de religión, solo que aquí Jesús no es el líder de un nuevo movimiento o Buda el salvador, no, aquí hay un dios de color verde: el dinero. Y es que El Lobo de Wall Street es una oda al hedonismo: sexo, drogas y placer, un frontón de un templo cuya columna es una sola y sólida: el dinero. Sí, asumamoslo: el hedonismo como filosofía de vida y el dinero como su apóstol.

Durante tres horas entraremos en una espiral de cocaína, coches caros, yates aun más caros, mujeres bellas que follan por dinero, mujeres bellas que se casan por amor (al dinero), drogas sintéticas y muchos colones... todos y cada uno de estos caprichos patrocinados por Benjamín Franklin o mejor dicho por su semblante impreso en los billetes de 100 dólares. Una y otra vez daremos vuelta a la misma noria pero lo hacemos sin juzgar a nadie, quizás porque el fondo sabemos que seríamos tan corruptos y adictos (aunque quizás a otras cosas) como los protagonistas de la cinta.

Pero quizás tanta vuelta produzca el mareo del espectador y es que tres horas de rubias desnudas y rayas de coca se hacen largas... ¿está mal por ello El Lobo de Wall Street? En absoluto, es una cinta más que correcta y bien realizada pero que una y otra vez incide en lo mismo (es más por un momento dudé si dos papeles eran interpretados por la misma actriz) y que intenta pegar tan fuerte que llegas, por un momento, a hacerte inmune a sus golpes.

Y DiCaprio otra vez sin Oscar y ya van... ¿por qué? Todos tenemos claro que es un gran actor, que desde que se ha unido a Scorsese, sus papeles son realmente buenos y sus interpretaciones más que notables pero, pero, pero siempre hay un "pero". Quizás con Infiltrados u Orign se mereciese la estatuilla y la Academia de Hollywood fuese injusta con él, ese era el momento. Ahora el bueno de Leo se parece al Jordan Belfort buscando un gramo de coca después de una discusión, una persona ansiosa en busca de esa droga, ese premio que calme su espiritu.... tranquilo Leo, cuando menos lo merezcas, llegará.

No me terminar sin hablar de Matthew McConaughey, que con un papel de 10 minutos es capaz de poner en marcha una película de 3 horas. Un personaje frenético y brillante, quizás, el único capaz de hablar de tú a tú a DiCaprio en esta cinta.

Tras todas estas ideas organizadas de manera más o menos correcta he decidido otorgarle a El Lobo de Wall Street:


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