¡Rompe Ralph! (Wreck-it Ralph!)

¿Qué es casi tan navideño como el árbol o los turrones? Sí, los polvorones y el mazapán pero saliendo de los típicos dulces navideños nos ...

¿Qué es casi tan navideño como el árbol o los turrones? Sí, los polvorones y el mazapán pero saliendo de los típicos dulces navideños nos encontramos un sinfín de películas infantiles que se asoman a las parrillas televisivas pero entretener a los pequeños de la casa y dar un respiro a los mayores. Una de ellas podría ser sin duda ¡Rompe Ralph!

Está claro que ¡Rompe Ralph! es una película infantil orientada a los más pequeños de la casa pero también es un homenaje a aquellos míticos juegos que las nuevas generaciones nunca llegaran ni a conocer y mucho menos a valorar: desde aquel Donkey Konk (en el que claramente está inspirada la película) hasta aquel adelanto llamado Metal Slung que supuso un cambio radical en la concepción de las máquinas recreativas para toda una generación que ahora mismo comienza a peinar canas (bueno, a quien le quede pelo). Pero no os dejéis engañar si os encontráis con el trailer: esos personajes de los 90 con los que habéis interactuado tan solo hacen pequeños cameos, vamos, que ni Ryu ni Sonic nos contaran sus problemas ni los encontraremos sumidos en una espiral de autodestrucción.

A partir de ese momento nos encontraremos con la historia de un antihéroe que lucha por alejarse del mal torpemente pero que termina hacíendose amigo de la princesa destronada. Porque sí, porque ¡Rompe Ralph! es una película Disney más. Una historia arquetipada que no se mueve de unos parametros establecidos y que por lo tanto no molesta pero tampoco emociona; sí, es una apuesta segura de la factoría pero que no atrapará ni al adulto de mentalidad más infantil.

Ese es el pero que sin duda lastra a ¡Rompe Ralph! una pelicula que en su primer tramo ilusiona para desinflarse en la segunda mitad y terminar siendo una cinta más, una cinta que aporta cameos que a los de veintilargos le harán sonreír pero una cinta para que los adultos entretengan a los niños de la casa en vacaciones (con el riesgo que acaben pidiendo un coche de carreras hecho de chuches):

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