Divergente (Divergent)

Siempre he pensado que Picasso tuvo que ser un hombre interesante más allá de sus cuadros, supongo que sucede un poco con esas personas q...


Siempre he pensado que Picasso tuvo que ser un hombre interesante más allá de sus cuadros, supongo que sucede un poco con esas personas que escribieron su nombre en la Historia (así con mayúsculas). Muchos habréis escuchado aquello de: "los grandes artistas copian, los genios roban" una frase que se le atribuye a Picasso pero que realmente es una adaptación de otra de Oscar Wilde quien posiblemente haya adaptado a su vez una frase popular. Todo esta retahíla de frases nos lleva a la cinta que tenemos entre manos: Divergente.

Está claro que si algo funciona siempre surgirán productos más o menos parecidos o de mayor o menor calidad que traten de emular al original. Esto es aplicable al cine y es que desde la aparición de Los Juegos del Hambre han surgido una serie de cintas más o menos parecidas y más o menos originales de las que intentaremos dar cuenta en el blog. Una de ellas, quizás la más parecida, la tenemos hoy entre manos y es que Divergente

Lo primero que debo decir es que no he leído la novela en la que está basada la cinta, lo reconozco, para leer prefiero cosas que suelen resultarme más interesantes que las trilogía juveniles de los últimos tiempos por lo tanto todo lo que aquí se escribe tiene que ver única y exclusivamente con la película. Esta aclaración surge debido a las quejas de quienes han leído los libros de Veronica Roth y se han sentido ultrajados al sentarse ante la cinta de Neil Burger (quien, ojo, no ha hecho la adaptación de la novela, tan solo dirigido la cinta).

Debo comenzar reconociendo que la historia que nos presenta Divergente me gustó bastante ya que en ese futuro post-apocalíptico los habitantes de la nueva sociedad viven en aparente libertad y son libres incluso de escoger a que facción quieren pertenecer, realmente es una estructura interesante que no se llega a desarrollar como me hubiese gustado pero bueno esto es un blockbuster palomitero no un documental sobre sociedades del mundo post-apocalíptico. Puestos en situación os diré que nuestra protagonista: Tris elige, en contra de todo lo establecido, pertenecer a Osadía (la facción molona o ¿qué os pensáis?) comienzan allí sus pruebas de valor, su adiestramiento, su... relación con Cuatro (no, con la tele de Vasile no, con un chicarrón de ojos azules). Y es ahí cuando Divergente naufraga, cuando todo cambia, cuando las conspiraciones y el orden mundial se supeditan a una relación apasionada contra viento, marea y prejuicios. 

Así nos encontramos con una cinta plagada de tópicos que evidentemente, debido al componente de lucha, no aburre pero una película que tenía mimbres para ser mucho más y se ha quedado en algo ramplón y cochinero. Una cinta que se convierte en un desastre cuando piensas los juegos de luchas de poder que podía dar de si una segmentación por clases y una ser que puede pertenecer a cualquiera pero no, hemos preferido centrarnos en el amor, un amor que la más mala malosa Kate Winslet, quien ya comienza a pagarse la jubilación, intentará destrozar para siempre.

Divergente pudo haber sido pero no fue, Divergente puedo alcanzar varios gatito pero creo que se debe conformar con la nota que veis a continuación:


Se alza con un gatito no por la historia, no por las actuaciones o la nefasta fotografía interior si no porque a ritmo de videoclip Divergente no logra aburrir ni hacerse pesada.

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