En un Patio de París

Dans la Cour (In the Courtyard) ¿Os imagináis que Morrisey un día, a sus cincuenta y tantos, ha decido que ir de escenario en escena...

Dans la Cour (In the Courtyard)



¿Os imagináis que Morrisey un día, a sus cincuenta y tantos, ha decido que ir de escenario en escenario le ha aburrido y decide bajarse de las tablas? Ahí estaría el bueno de Steven y es que aunque conserve sus vicios, al bajarte de un escenario ya eres un mortal más, sin fama y también sin trabajo. Ahí es dónde comienza la trama de En un Patio de París, Antoine, quizás con mucha menos fama que Morrisey pero con sus mismos vicios, ha decidido bajarse de las tablas y ahora llega el complicado momento de enfrentarse a la realidad. Una realidad que comienza con la búsqueda, nada fácil, de un trabajo que se adapte a Antoine 

Allí conocerá a Mathilde, una mujer prejubilada volcada en ayudar a los demás y presidenta de la comunidad de vecinos. Antoine y Mathilde dos personajes tan diferentes que acoplan a la perfección y que se convierten en apoyo mutuo, dos personajes que están solos en un mundo que se antoja demasiado extraño para ellos. Mucho pensareis que En un Patio de París es una historia de amor a la francesa pero os equivocáis queridos, En un Patio de París es una cinta extravagante por sus personajes pero demasiado normal en su trama... es cierto que es una cinta cuidada, como unas buenas interpretaciones pero que a su fin deja demasiado frío al espectador quien posiblemente esperase algo más de la historia que nos presenta Pierre Salvadori. 

En un Patio de París se mueve en ese pantanoso terreno que mezcla el drama con la comedia y aunque no busca la lágrima fácil sí deja un sabor agridulce. Una cinta que no llega a funcionar por mucho que nos duela. Quizás no por su historia central si no por todo lo circundante a la misma: Salvadori intenta, como Ibañez, abrir un edificio a los ojos del espectador, con sus excéntricos personajes que nos alejan de Antoine perdiendo así intensidad la cinta. Una herida de la que no logra sobreponerse y que minuto a minuto continúa agrandándose. Así, poco a poco, En un Patio de París comienza a perder intensidad y se convierte en un refresco de cola que va menguando y perdiendo gas hasta que no queda nada. Es ahí cuando Salvadori se plantea beberse el resto del refresco o tirarlo... y opta por la segunda solución y matar definitivamente a esta corrala de París.

Y aunque adore el cine francés, aunque Catherine Deneuve sea una actriz como la copa de un pino debo decir que En un Patio de París no ha llegado a convencerme, así que debo ser justo y para En un Patio de París:

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