Foxcatcher

Foxcatcher es desconfianza total, así se podría definir la última cinta de Bennett Miller.  Foxcatcher  es una historia sobre lucha olím...


Foxcatcher es desconfianza total, así se podría definir la última cinta de Bennett Miller. Foxcatcher es una historia sobre lucha olímpica, sobre superación, sobre la soledad pero sobre todo sobre de emociones.

Y si de emociones hablamos posiblemente la primera que encontremos en Foxcatcher es la soledad: la soledad de Mark (a quien da vida un toro llamado Channing Tatum) quién ha tocado la gloria al lograr una medalla olímpica pero que vive recluido en un pequeño apartamento que tan solo abandona para ir a entrenar. Emoción que comparte con John DuPont (Carrell), un hombre que vive recluido en su mansión rodeado de caballos y trofeos que él no ha conseguido. Dos personajes que sobreviven en total soledad hasta que DuPont decide financiar un programa de lucha en el que financiará a diversos luchadores para conseguir un nuevo éxito olímpico.

Poco a poco la relación entre DuPont y Mark comienza a estrecharse y este rompe con su pasado dejando a un lado su hermano Dave, también medallista olímpico. Comienza entonces la apología política de Foxcatcher donde Miller nos quiere mostrar como EE.UU. explotó a sus atletas olímpicos para posicionarse como primera potencia en los JJ.OO. de Los Ángeles 82 olvidándose de ellos tras las olimpiadas. Amistad, explotación, dependencia, venganza... nuevas emociones comienzan a aparecer en Foxcatcher.

Pero llega el momento de las obsesiones, los vicios y los reproches... relaciones que terminan. Celos cuando aparece una tercera persona que no podría ser otra que Dave. Se crea un trío capaz de lo mejor, de lo peor... comienzan las guerras frías, la destrucción del rival y la de uno mismo. Terminando todo, como no podría ser de otra manera, de una manera enfermiza y violenta.

Quizás el gran problema de Foxcatcher es que es una tela de araña demasiado compleja: sí, sobre todo si somos conscientes que Miller no juzga a los personajes si no que nos muestra sus conducta y moralidad o la falta de la misma ya que la historia que Foxcatcher y Miller nos cuentan es real.

Es Steve Carrell quien da vida a un personaje enfermizo, obsesivo y caprichoso capaz de pertubar al espectador con su sola presencia. Y es que Carrell, aunque no sea el personaje principal de la cinta, es el principal punto de apoyo de Foxcatcher, como equipo, como trama y como película. Irreconocible y dejando a un lado su vena histriónica Carrell borda el papel de hombre triste y plagado de miedos.

Pero la sensación enfermiza que desprende Foxcatcher no solo se debe a la interpretación de Carrell, también al hosco Tatum y sobre todo a esos planos tan amplios que generan en el espectador esa sensación de desasosiego y de frío incómodo que lo inunda todo.

Foxcatcher es exagerada y pomposa, fría y extravagante en sus personajes. Foxcatcher es una buena película, no hay duda pero Foxcatcher no es una película para mí, así que he decidido otorgar a Foxcatcher:

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