Chappie

¿Cómo será el futuro? Quizás sea una de las preguntas que más veces se ha tratado de responder en la historia del cine. Y es que desde el...


¿Cómo será el futuro? Quizás sea una de las preguntas que más veces se ha tratado de responder en la historia del cine. Y es que desde el principio a directores, guionistas y productores les ha gustado imaginar el camino (habitualmente catastrofista) que tomará la humanidad. Chappie no transporta a un futuro cercano y es que no nos proyecta demasiado lejos, Chappie nos lleva a 2016 , sí, tan solo avanzamos 7 meses en el tiempo.

Neill Blomkamp, director de Chappie, saltó a la fama con Distrito 9 y fiel a ella continúa llevando sus historia a Sudáfrica. Allí la policía recurre a la ayuda de robots para reducir la delincuencia, los scouts, quienes a pesar de ser máquinas logran ser bastante humanos (y más educados que los propios humanos) pero la propuesta de Chappie va más allá ¿qué pasaría si diésemos un paso más en la inteligencia artificial? Porque sí, aunque Chappie a priori parece una película de acción es mucho más que eso, es más, me gustaría señalar que la parte de acción es la que consigue que Chappie pierda enteros y es que las guerras parecen realmente forzadas y metidas a calzador cuando lo que le interesa al espectador, por lo menos a mí y a las personas que han visto la cinta y con las que he hablado, es el desarrollo social-emocional-afectivo del robot.

Tras pensarlo detenidamente he llegado a la conclusión que Chappie es la evolución al siglo XXI de Cortocircuito, aquel robot noventero que movía los ojos y sigue siendo adorable cada vez que Telecinco o Antena3 vuelven a pasarlo asegurando que se trata de un estreno mundial. Como hemos dicho Chappie es un robot con la capacidad de aprender y desarrollarse por si mismo tomando sus propias decisiones y por lo tanto juzgan que está bien y que está mal (rompiendo así las leyes de la robótica de Asimov). Y es que en Chappie el de la película, al igual que en Eva, es la máquina el espectador rápidamente acepta a un robot asustado y quiere cuidarlo.

El gran problema se acerca cuando se llega al tercio final, es el momento de los fuegos y de la ciencia-ficción, es el momento en que el Chappie se convierte en una película simplona y sin gracia. Y es que en el afan de contentar a demasiada gente Neill Blomkamp descuida lo más importante: la humanidad que Chappie ha logrado hasta ese momento y convierte a la cinta en la versión cutre de Transformers. Chappie naufraga de la mano de Hugh Jackman y su lamentable papel/actuación que en absoluto encaja con el resto de la cinta, una cinta en la que nos encontramos máquinas, empresarios que buscan un mayor beneficio, soñadores y un bebe pero ¿qué pinta un agresivo para-militar con sueños de dominación mundial? Pues eso, que Jackman no encaja. Sin duda Neill es muy complicado arreglar el mundo a tiros, más aun cuando muchas pregunta quedan por responder.

Posiblemente sin este tercio de metraje Chappie podría convertirse una gran película ya solo por como Chappie pregunta por los por qué más esenciales de la vida humana y lo que es más importante su fin ("¿me has creado para morir? ¿por qué?") pero no con un razonamiento científico ni mecánico si no de un niño, un niño que sabe que su vida va a terminar y ello le produce pavor pero no, ese torpeza está ahí extendiendo excesivamente la película y convirtiendo a Jackman en una caja registradora de segunda. Así que después de todo esto no puedo dar más que:


pd.: acabo de leer la sinopsis que Sony hace de la cinta y solo puedo escribir WTF?

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