Dallas Buyers Club

Se abre el telón y no encontramos en 1986 con Ron Woodroof un macho alfa de Texas: participa en rodeos, se acuesta con mujeres, bebe, ...


Se abre el telón y no encontramos en 1986 con Ron Woodroof un macho alfa de Texas: participa en rodeos, se acuesta con mujeres, bebe, se droga y muy posiblemente haya coqueteado como el Ku Klux Klan por eso cuando Ron descubre que es portador del VIH su vida se desmorona ¿cómo él, el vaquero, puede tener la misma enfermedad que los yonkis o los maricones? Así arranca Dallas Buyers Club.

Porque Dallas Buyers Club es mucho más que una película en que un vaquero homofobo se muere por los problemas derivados de una enfermedad que se considero "la peste moderna", es una película sobre la lucha y la supervivencia. Un película donde vemos como un gran Matthew McConaughey camina por su duelo: en un primer lugar niega la posibilidad de estar infectado por la enfermedad de aquellos a los que aborrece, repudia y rechaza; a partir de ahí comienza su derrumbe personal hasta que el estigma social se hace presente e inaguantable para posteriormente tratar de salvar su vida probando todo tipo de alternativas y luchar contra la especulación de las farmacéuticas y como ellos se genera negocio alrededor de la enfermedad. 

Quizás no se trate de una gran película pero sin duda se trata de una sensacional interpretación de Matthew McConaughey (que le ha valido para hacerse con el Oscar, el Globo de Oro y el Critic Choise además de otros premio "menores") que da vida de manera espectacular a un personaje que evoluciona constantemente durante casi las dos horas de metraje. Quizás Dallas Buyers Club podría compararse a la carrera del propio McConaughey quien ha crecido como actor a lo largo de los años ganado y a pasado de ser el chico mono a un autentico actor capaz de conquistar un Oscar (y posteriormente hacer un también excelente papel en la maltratada Interstellar)

Pero McConaughey no está solo, en Dallas Buyers Club también encontramos a Jared Leto que brinda una sobresaliente actuación dando vida a una transexual heroinomano, sórdido y bizarro que se deteriora en la misma medida que McConaughey se acerca a él. Entre ambos se genera una relación en la que se teoriza sobre lo legal y lo ilegal, lo mundano y lo espiritual, sobre el desprecio e incluso el amor pero sobre todo sobre una muerte digna.

Dallas Buyers Club no es un película agradable, me atrevería a decir que su trama, aunque real, es simple y en el fondo desde el primer momento sabemos a dónde va sin necesidad de conocerla, pero es una cinta que merece mucho la pena por sus actuaciones y por su manera de golpear al espectador quien como sus protagonistas experimenta casi dos horas de continuos cambios, cambios desde que van el desprecio inicial por Ron a su admiración final dejando por el medio algunos instantes de cómica brutalidad capaces de arrancar una sonrisa en el momento más inapropiado. 

Por ello he decidido otorgar a Dallas Buyers Club:

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