¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa, de Pauline Butcher

Sant Jordi, fiel a su cita, me agasajó este año con ¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa , un libro de memorias escrito por Pauline Butcher, q...

Sant Jordi, fiel a su cita, me agasajó este año con ¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa, un libro de memorias escrito por Pauline Butcher, quien fue secretaria personal del músico (y creador integral) Frank Zappa. Pero reducir así el libro de Butcher sería zafio así que sumerjámonos en él y dejémonos llevar como Pauline por Zappa.

En 1967, Pauline Butcher trabaja como secretaria en una oficina de Londres cuando recibe el encargo de acudir a transcribir unos documentos a un hotel de la city; mientras se dirige al hotel encara su visita como una más pero no, no será así, en aquella visita conocerá a un excéntrico músico desconocido para ella (y en aquel momento para buena parte del mundo) de nombre Frank Zappa. Así se inicia una historia más típica de un cuento hollywoodiense que de un vida real y es que Zappa, llevado por su intuición, decide ofrecer trabajo a Pauline quien abandona su conservadora vida para sumergirse en el mundo underground de Zappa al otro lado del mundo. 

Con esa distancia, la que dan los años, los kilómetros y una educación totalmente diferente a la de quienes conviven con ella Pauline narra su día a día al lado del músico y su tropa (músicos, grouppies, productores, amantes y familia). Nace así una redacción fluida que no aburre en ningún momento y lejos de lo que podría pensarse en un principio tiene como eje central a la propia Pauline, eso sí, en todo momento olemos el humo del cigarro de Zappa o suena música, ya que el libro está cargado de ella, desde los álbumes de Zappa hasta las visitas de famosos músicos como Eric Clapton, Jeff Beck o Mick Jagger pasando por los Mothers of Invention o las GTO... 

Pauline soñaba con una vida de glamour y lujo, en Los Ángeles se encontró con todo lo contrario: una vida llena de pequeños problemas, suciedad (en el ambiente) y conflictos constantes, gente colgada y excéntricos creadores y vidas sin orden. Pero ella se mantiene firme en sus ideales y sobre todo es capaz de contar lo que allí vio desde la distancia que esos ideales le otorga. 

Sin duda lo que más llamará la atención al lector (o por lo menos en mi caso ocurrió así) es como Pauline Butcher desentona entre músicos melenudos, chicas que corretean por los hoteles y esa catarata incontrolable de creatividad en la que se ve envuelta por el simple magnetismo que Frank Zappa tiene sobre ella, porque sí, aunque Pauline ni lo diga ni lo reconozca en este libro hay una gran carga de amor, un amor que posiblemente migre desde un amor sexual y juvenil a la veneración que Butcher siente por Zappa, una persona que descolocó su vida y le hizo florecer a una nueva (que terminó de la misma extraña manera que había comenzado).
Me ha gustado, y mucho, el capítulo final en el que Butcher cuenta qué ha sido de cada persona con la que traza amistad (evidentemente no están todas mencionadas pero sí las más importantes). Me ha gustado saber que ha pasado con las GTO, con Ian, incluso con Gail... y es que al final del libro esos personajes ya no nos son tan lejanos, hemos compartido con ellos su día a día y tomado café alrededor de la mesa de la cocina; sí, siguen resultando extraños, incluso excéntricos, pero ya los vemos de otra manera. 

La propia Pauline Butcher lo tiene claro “Alguien me dijo que si quería hacer un libro tenía que hacerlo de algo que solo pudiese escribir yo” y sin duda lo ha conseguido convirtiéndose en nuestros ojos que miran con perplejidad una época pasada e incluso naif de la contracultura. 

¡Ah! Si ¿Frank Zappa? Para mí sigue siendo un personaje lejano, extraño e incluso taciturno, un hombre volatil, un genio creativo contradictorio e incluso a veces dual que no se llega a analizar nunca en profundidad en este ¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa... y sabeis, mejor, porque aunque aparezca en el título, aquí quien importa en Pauline.

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